Así diseñó Amelia Gebler el vestuario (y los fabulosos vestidos de Sydney Sweeney) en "Cualquiera menos tú"
Cómo echábamos de menos una comedia romántica al estilo de las que disfrutábamos hace veinte años. Muchos creen que el género murió cuando Kate Hudson y Matthew McConaughey dejaron de hacer este tipo de películas, pero, para nuestra suerte, Sydney Sweeney y Glen Powell se reúnen hoy en la gran pantalla para cogerles el relevo.
Hoy se estrena en cines de toda España "Cualquiera menos tú", una clásica —pero reinventada— relación amor-odio que conquistará hasta a los más escépticos del género. Y aunque la trama promete ser irresistible, lo cierto es que el vestuario no se queda atrás. Haciéndole justicia a una comedia romántica con vibes de los 90-00s, la diseñadora Amelia Gebler se pone al frente del departamento para crear un vestuario que pasará de ser irresistible a icónico. Y si no, tiempo al tiempo.
Y para saber cómo se crearon semejantes obras de arte, hemos tenido el placer de hablar con Amelia y descubrir de primera mano cómo diseñó vestidos tan relevantes como el azul cielo que luce Sydney en el poster promocional del film.
¿Cómo se creó el estilo de Bea, el personaje interpretado por Sydney Sweeney?
Hablando con Amelia Gebler, la diseñadora de vestuario del film, nos cuenta que para crear el vestuario de Bea, el personaje de Sydney Sweeney, "queríamos inspirarnos en la nostalgia de todas las grandes comedias románticas y apoyarnos en la sensación de evasión y romanticismo del viejo Hollywood que proporciona el género. El estilo general de la película es atemporal y clásico, con un toque alegre y divertido, así que ese fue el punto de partida del estilo de Bea."
Amelia continúa: "La inspiración para el vestuario siempre empieza con el análisis de los personajes. Bea, el personaje de Sydney, es inteligente, descarada, impulsiva y divertida. Es segura de sí misma y no se deja engañar. Tiene una voz fuerte y no teme decir a los demás exactamente cómo ve las cosas. A pesar de que sus planes no salen según lo previsto, se muestra segura de sí misma y firme, fría bajo presión. Para expresar todas estas cualidades, su dirección de vestuario fue fresca, sin esfuerzo y refinada. Su estilo era fresco y alegre, con opciones atrevidas. Es una mujer segura de sí misma y sofisticada, pero también está de vacaciones, así que nos apoyamos en el relajado estilo playero australiano y mantuvimos conjuntos informales y puestos sobre bikinis y bañadores para que pudiera saltar al mar cuando le apeteciera. Y lo que es más importante, ella era nuestra protagonista y protagonizaba grandes momentos cinematográficos, así que quise crear grandes looks de moda para ella: la cena, las copas en el yate y la boda fueron ideales para jugar con esto."
Así se diseñó el vestido azul de Sydney Sweeney
"El vestido de seda azul que Bea lleva en el yate es uno de los looks más icónicos de la película, así que diseñé un vestido a medida para ella. No es la novia, así que no puede parecer que le roba protagonismo a su hermana, pero las escenas del yate son fundamentales para el personaje de Bea y Ben y su trayectoria narrativa, así que su atuendo tenía que ser impresionante y no eclipsar a su hermana", nos cuenta Amelia Gebler. "John Galliano para Christian Dior y Alexander McQueen para Givenchy son dos maestros de la sutileza elegante y el diseño atemporal, así que me inspiré en ellos."
"El puerto de Sídney por la noche es uno de los escenarios más románticos y cinematográficos del mundo y quería capturar el espectacular cielo azul y el mar en el vestido. Busqué por todo el mundo el tono perfecto de azul y el peso perfecto de la seda para crear una armonía lánguida entre la caída de la seda y el agua. La yuxtaposición de la luz rebotando en la seda azul y el puerto era increíble ese día y espero que se refleje en la pantalla. El largo drapeado de seda sobre el hombro se diseñó para captar el movimiento de la evocadora brisa marina. Crecí en el puerto y tengo que decir que la brisa nocturna sobre el agua después de un caluroso día de verano es una de las mejores sensaciones del mundo, así que quise crear esa sensación para el público", confiesa la diseñadora.
"Los vestidos a medida suelen requerir muchos días de pruebas, confección y ajustes, pero Sydney estaba de rodaje en Italia hasta el día antes de empezar a rodar, así que no tuvimos tiempo de hacerlo con ella en persona. Envié bocetos a Sydney y diseñé dos vestidos diferentes para que se los probara cuando llegara. Mandamos a hacer un busto a medida con sus medidas exactas para que las modistas trabajaran en él a falta de un cuerpo real e hicimos los dos. Lo llamé nuestro 'Project Runway'."
"Las escenas del yate también requerían muchas cuestiones prácticas durante el rodaje, así que necesitábamos unos 10 múltiplos del vestido para las acrobacias y otras consideraciones. Dedicamos mucho tiempo a encontrar el peso y la opacidad exactos de la seda que necesitábamos para el vestido mojado. Pasamos una cantidad absurda de días probando telas para encontrar su opacidad exacta en distintos grados de humedad y probando más ropa interior de la que he visto en mi vida. Aún me siento culpable por lo que hice pasar a las modelos día tras día mientras confeccionábamos ese vestido."
El vestido rosa de dama de honor de Zuhair Murad
"El vestido rosa fue el protagonista del final y realmente quería que capturara el romanticismo y el drama del viejo Hollywood y creara un look memorable. El vestido de Zuhair Murad que elegimos era perfecto. Bea es la dama de honor y no puede eclipsar a la novia en la boda, pero este es el traje que lleva en el clímax de la película, así que tenía que ser un gran momento de moda, además de funcionar dentro de la narrativa", nos cuenta Amelia.
"Encontré los vestidos de Zuhair Murad en sus desfiles Resort 2023 y Pre-fall 2023 y, como salían directamente de la pasarela, no se podían comprar. Durante la preproducción, pasé muchas noches en vela llamando por teléfono a París (¡con mi pésimo francés!) para intentar encontrar las muestras y enviarlas por mensajero a Italia para una prueba. Por supuesto, cuando encontramos el look perfecto, descubrimos que eran los dos únicos vestidos que existían en ese momento y tuvimos que enviarlos por mensajero a Australia a tiempo para las escenas de la boda. Llegaron justo a tiempo, pero pasé muchas noches en vela preocupada por si perdíamos el único vestido perfecto para las escenas de la boda", confiesa la diseñadora.
"Cualquiera menos tú", los retos de trabajar en una comedia romántica contemporánea (siendo mamá)
"Hacer una película ambientada en mi ciudad natal, Sydney (Australia), era algo a lo que tampoco podía negarme. El estilo de vida veraniego y playero de Australia tiene su propio estilo (¡y un lugar en mi corazón!), así que me entusiasmó la idea de mostrarlo al resto del mundo. La conexión instantánea con el lugar y los personajes del guion me llevó directamente a un mundo que conozco muy bien, así que mi taquigrafía sartorial estaba lista para rodar", confiesa emocionada Amelia.
La diseñadora continúa explicando: "Trabajar con el director Will Gluck también fue una gran oportunidad. No escatima a la hora de tomar decisiones audaces e interesantes en su dirección y tiene un gran sentido de la comedia, la ironía y un sentido del humor ligeramente retorcido. Se preocupa mucho de que sus personajes tengan puntos de vista sólidos e historias de fondo bien desarrolladas, lo cual es un don para un diseñador, ya que utilizamos esas cualidades para afinar en los rasgos y peculiaridades de los personajes que podrían impulsarlos en sus elecciones de estilo."
"Y por supuesto, la oportunidad de colaborar y presentar a algunos de mis diseñadores internacionales favoritos como Valentino, Zuhair Murad, Miu Miu y Silvia Tcherassi, así como a diseñadores locales como Carla Zampatti, Zimmerman, Viktoria and Woods, MJ Bale y Karen Willis Holmes (entre muchos otros) fue un privilegio. Pero en realidad me encanta tener la oportunidad de crear looks interesantes y variados que resuenen en el público, y espero que nuestras elecciones en el diseño de vestuario inspiren a la gente a empoderarse y expresarse a través de la ropa", explica la diseñadora.
Sin embargo, Amelia Gebler tuvo un reto extra para trabajar en esta película: "Aparte de todos estos retos profesionales, para mí personalmente volver a trabajar con un bebé de 6 meses ha sido uno de los retos más interesantes (y agotadores) que me he encontrado. La experiencia de no dormir lo hizo más fácil, pero tener un bebé en casa significaba trasnochar, madrugar y viajar era más complicado. La ponía en el portabebés y me la llevaba al trabajo cuando rodábamos los fines de semana o cuando madrugaba o trasnochaba. A menudo llegaba al trabajo para dársela a alguien que quería abrazarla y, horas más tarde, tenía que buscarla en la furgoneta de maquillaje y encontrarla jugando con Sydney mientras la maquillaban, justo en medio de una sesión de fotos o tomando un tentempié con el equipo."
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