Un actor no puede juzgar. Esta simple y contundente afirmación parece sencilla de pronunciar pero puede ser, en realidad, una de las tareas más difíciles de llevar a cabo, siempre dependiendo del papel en el que el actor tenga que meterse. Sin embargo, tener que encarnar a un personaje de moral dudosa y hacerlo con endereza, profesionalidad y respeto es algo que solo pueden hacer los más grandes.
Sin ir más lejos, este ha sido el caso de Fernando Tejero con su papel de doctor Arellano en “La Piel en Llamas”. Dirigida por David Martín-Porras y basada en la obra de Guillem Clua, “La Piel en Llamas” arrasa por donde pasa. Después de su estreno en el Festival de Málaga, la película se ha presentado en el Barcelona Film Festival con la presencia de parte del elenco, entre ellos, Tejero, con el que hemos tenido la suerte de cruzar algunas palabras.
N.º90: “La Piel en Llamas” está teniendo una gran acogida tanto por el público general como por la crítica. ¿Cómo te sientes con esta respuesta por parte de los espectadores?
Fernando Tejero: Muy contento, porque en mi caso era un personaje complejo, difícil y me costó… no solamente decidirme al hacerlo. Es un personaje que habían rechazado algunos actores porque era muy difícil, y me costó mucho meterme en la piel de un personaje así. Es difícil no juzgar. Es cierto que trabajé mucho con Lidia [Nené], la actriz co-protagonista. Hicimos un proceso que consistía en hacer muchos ejercicios con una psicóloga; hacer un puente entre nosotros y los personajes. Nos fuimos conociendo mucho y yo sentía de alguna manera que durante todo ese proceso yo le iba pidiendo perdón a ella y me pedía perdón a mí mismo por enseñar un personaje así. Luego, por otro lado, estoy contento porque das vida a un personaje que desgraciadamente existe y yo creo que hay que enseñar la realidad y que existen personas así… verdugos de guerra, seres despreciables que abusan del poder y es muy necesario que se visualice.
N.º90: Como bien comentas, tu personaje es complicado. ¿Hubo alguna escena en particular que te costara más grabar?
FT: Casi todas las del abuso, que es prácticamente todo lo que hago en la película. Pero sí, me costaba. Cada vez que decían “corten”, había veces que me echaba a llorar, porque me sentía sucio. En cuanto desconectaba del rodaje evidentemente salía Fernando y, entonces, lloraba muchísimo por eso, por pensar que estaba contando una realidad que nos rodea y cuesta muchísimo interpretar a un personaje tan repugnante, pero, a la vez, tan real.
N.º90: Justo tu compañera de profesión Macarena Gómez nos decía en una entrevista anterior que “un actor nunca puede juzgar a su personaje”…
FT: Claro, es que si juzgas a tu personaje no lo puedes interpretar. Es como si haces de asesino y lo juzgas, entonces lo que estás haciendo es acusarlo… con lo cual no, tienes que empatizar de la manera que sea. Yo por eso preferí trabajarlo desde la perspectiva de un enfermo mental, me cuesta mucho creer que alguien que esté bien de la cabeza por decirlo de alguna manera, pueda hacer una cosa tan horrible como esa. Pero también hay malas personas, por ejemplo, los que proporcionan que pasen cosas tan desastrosas como lo que está pasando ahora en Ucrania.
N.º90: De por sí, “La Piel en Llamas” es una película muy dura y cruda; vemos esa dualidad, entre las víctimas de guerra, los ataques y las imágenes en prensa que al final parece que te acaben insensibilizando…
FT: Efectivamente. Yo creo que el arte es, en mi caso, un espejo fundamental para mirarnos a nosotros mismos. Y en este caso, nos damos cuenta de que no hemos aprendido nada de los desastres de la guerra, puesto que esta obra se escribió hace 20 años durante la guerra de Irak y resulta que sigue teniendo la misma vigencia; sigue habiendo guerra, sigue habiendo gente que no tiene nada de perder y van a hacer daño, sigue habiendo prensa que manipula, sigue habiendo víctimas, sigue habiendo verdugos, y siempre las víctimas son la gente más desfavorecida. Desgraciadamente es curioso que la película se estrene cuando estamos teniendo en el presente un horror tan grande como lo que está pasando en Ucrania.
N.º90: Además, esta película es muy potente en cuanto a crítica moral y social. Con la trama principal que se plantea, un fotógrafo que hace una fotografía a una niña mientras vuela por los aires a causa de una explosión…
FT: Es difícil. Y más que la foto que aparece en la película y en la obra se basa en la de ‘Niña del Napalm’ tomada por Nick Ut en Vietman. Entonces, claro, te planteas: ¿la foto o salvar la vida de esta niña? Es complejo y es complicado. Hay que verse también en el lugar, en la situación y entender que es una profesión. Eso no deja que haya manipulación como pasa en la película, que la foto es una excusa humanitaria para supuestamente intentar que haya paz con este país tan complicado.
N.º90: “La Piel en Llamas” ya ha visto la luz, pero todavía tienes por estrenar “Últimas voluntades”, la decimotercera temporada de “La que se avecina”…
FT: Sí, tengo por estrenar también la película de Alberto Rodríguez, “Modelo 77” que rodamos aquí en Sevilla, tengo otra que hice con Chiqui Carabante que se llama “La fortaleza”, está por ahí Fernando Cayo, Goya Toledo, José Manuel Poga. Tengo otra que se llama “Lobo feroz” que hago un papel pequeñito, de un personaje que creo que está también muy bien, de un uruguayo que se llama Gustavo Hernández, en la que está también Adriana Ugarte, Javier Gutiérrez, Rubén Ochandiano. Y ahora empiezo una serie para Amazon con Barroso, que estoy encantado porque tenía muchísimas ganas de trabajar con él, con un reparto maravilloso que todavía no puedo revelar, y bueno, solo puedo decir que hay gente de los mejores de este país. Así que muy contento. En principio, he firmado tres temporadas de esta serie. De “La que se avecina”, lo que me dé tiempo porque le he dado prioridad a la otra. Tenía muchas ganas de hacer algo diferente en televisión y voy a ver cómo las puedo compaginar y si puedo. Y bueno, lo que vaya saliendo. Yo digo como el dicho: Virgencita que me quede como estoy.
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